Texto publicado en el periódico kioSco nº80, febrero 2012.
Bun Alonso
Qué, quién, cómo, cuándo
Por sus siglas en inglés, significa Stop Online Piracy
Act; lo que en español sería: Ley de cese a la piratería en línea. Fue
propuesta por el congresista estadounidense Lamar Smith, en octubre de 2011. Tiene
como planteamiento el supuesto objetivo de eliminar la piratería en Internet,
para proteger la propiedad intelectual. Dicha ley sería votada el 24 de enero;
pero tras una gran oleada de críticas, que venían emitidas desde los usuarios
de redes sociales, pasando por grandes empresas web hasta un comunicado de la
Casa Blanca pronunciándose en contra, provocaron que el congreso de EU haya
congelado la propuesta, al menos, hasta unificar criterios. ¿Por qué tanta
polémica global alrededor de esta ley propuesta en Estados Unidos? Veamos.
Argumentos y empresas a favor
En realidad estos argumentos, en apariencia, son justos y
hasta parecieran nobles. La mayoría son apoyados por compañías discográficas,
televisivas, cinematográficas y de medios de comunicación. Éstas defienden la
propuesta argumentando que la piratería ocasiona grandes pérdidas económicas,
lo que conlleva a desempleos, además de que protegería los ingresos de los
creadores de contenidos. También mencionan que los sitios web que contienen
material pirata pueden alojar virus informáticos, lo que pone en riesgo al
usuario, pues éste se ve propenso a ser víctima de robo de identidad o de algún
otro fraude cibernético. O sea, no sólo piensan en sus ganancias, sino también
en la seguridad de los usuarios. Qué nobles. Entre este grupo se encuentran
firmas como EMI, ESPN, Creative America y Warner Music.
Por otro
lado, la empresa farmacéutica Pfizer es otra que se ha pronunciado a favor con
el argumento de proteger a los usuarios de consumir medicamentos falsificados
que puedan ser vendidos en sitios web.
Incluso
se encuentran varias compañías de cosméticos apoyando, como L’Oreal y Revlon;
tarjetas de crédito: Master Card y Visa; y la cadena de joyerías Tiffany & Co.
Argumentos y empresas en contra
Las opiniones en contra son vastas. Por ejemplo: se dice
que ataca a la libertad de expresión en Internet y además censura e inhibe la
potencialidad creativa, pues la nueva ley podrá bloquear sitios que contengan
imágenes, videos, música o textos con copyright; es decir, espacios como foros
y blogs tendrán que caer en la autocensura y regular cada comentario de los
usuarios participantes. Uno, como usuario común de la Web, se verá expuesto a
ser considerado, en cualquier momento, un infractor; basta con compartir un
enlace en algún lugar con contenido de derecho de autor, para serlo. Además los
proyectos de software libre (programas gratuitos) pudieran ser encontrados como
facilitadores de la piratería online, por lo que los desarrolladores se verían
obligados a deshacerse de ellos bajo esta legislación.
A
diferencia de las empresas que se han colocado del lado de SOPA, las que se
declaran en contra pertenecen al negocio de Internet. Entre ellas están
Facebook, YouTube, Twitter, Yahoo!, Wordpress y Wikipedia. El argumento que
manejan casi coincide con el de los alentadores, pues este tipo de compañías,
en caso de aprobarse la ley, tendrían grandes pérdidas económicas y de empleos.
Las redes sociales se verían afectadas por ausencia de usuarios, pues para
ellos, prácticamente, estaría negada la capacidad para compartir información.
YouTube y cualquier otro sitio que almacene videos, quedarían fuera de la Web,
al reclamárseles el contenido que contenga copyright. Por éstos y demás motivos
el 18 de enero se efectuó un apagón
virtual; es decir, algunas páginas se quedaron fuera de línea, por voluntad
propia, en manera de protesta. Aunque cabe mencionar que Facebook y Twitter no
participaron.
Otras lecturas sobre SOPA
Pareciera una paranoia colectiva todo lo expresado en
contra de SOPA, siendo ésta emitida en EU. Pero no es así. Se trata de una
medida local que tendría consecuencias globales, pues la mayoría de la
infraestructura de red se encuentra en Estados Unidos. Así que, indudablemente,
afectaría a México.
Me
parece que la única voluntad de estas legislaciones no es sólo proteger la
propiedad intelectual; hay cosas que podemos desentrañar detrás de todo esto.
Estaría, por ejemplo, el intento por mantener las conciencias anestesiadas, la
mentalidad teledirigida, evitar el despertar ciudadano, que se está dando poco
a poco, mediante la anulación de los únicos medios alternativos de comunicación
que existen hoy en día que, por supuesto, son las redes sociales. La
propagación de movimientos sociales, de actos activistas, se vería afectada de
manera grave.
Otro
aspecto que sería afectado es el surgimiento de nuevas ideas (culturales,
informáticas, sociales, etc.), pues el nuevo marco legal, más que adaptarse a
las nuevas tecnologías, es restrictivo y censurador. Peca de ignorancia acerca
de cómo funciona la Web y, de tajo, bloquea todo lo que le parezca “piratería”.
Pero se
puede apreciar algo más: la intención por criminalizar usuarios. Bajo los ojos
de esta ley, los delincuentes estarán sentados frente a sus computadoras,
compartiendo música, videos o textos que no le pertenecen. En caso de ser
aprobada, tal vez los periódicos llenarán sus páginas con noticas tipo “Joven
fue detenido por compartir música con copyright en blog.” Aunque ya nos dieron una probadita de esta
sopa. El 19 de enero, un día después del apagón virtual, el FBI cerró el sitio
Megaupload (lugar para descargar archivos multimedia) y arrestó a su fundador y
a algunos directivos en Nueva Zelanda, con la acusación de violar derechos de
autor. Si bien, el cierre de este sitio podría estar justificado con el
argumento de que su fundador se enriqueció con el trabajo creativo de otros,
esto no deja de ser un tipo de aviso que nos anuncia que a pesar de que SOPA
esté congelada por el momento, la represión al libre Internet no se dejará
hacer esperar.
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