Medios alternativos, libres, autónomos, o como se llamen



Publicado en el periódico kioSco nº105, julio 2014. 

Pincelando características

En un texto anterior, ya habíamos realizado un acercamiento a los llamados medios libres (kioSco, número 96, octubre 2013), haciendo un breve repaso por algunos de los que operan actualmente en México. 

Ahora, en este texto haremos un esfuerzo por perfilar algunas de las características que hacen que un espacio informativo sea alternativo, libre, autónomo o como se le diga.


En un sentido amplio, los medios de comunicación alternativos son aquellos que se muestran como opciones a los tradicionales. Sus diferencias radicales se encuentran en la crítica ideológica que ejercen al sistema económico-político, en que no construyen monopolios, en que dentro del proyecto no hay alguien con más poder que los demás, la perspectiva con que comunican al pueblo las noticias es siempre contrapuesta a la visión oficial, y en que dan voz a sectores tradicionalmente marginados.  


El rechazo a los medios masivos se realiza mediante la construcción de modelos de información inmersos en una práctica transformadora de la estructura social. Podemos seguir pincelando los rasgos característicos de este tipo de medios con otro atributo más: su relación con proyectos de transformación social, fungiendo como herramienta de divulgación y apoyo de sus acciones y propuestas. Se puede decir que uno de sus objetivos es buscar materializar el poder popular.

           
Además, se observa que durante los periodos de mayor agitación social y política es cuando más se requieren y surgen los recursos alternativos de comunicación, como una manera de articular resistencias.


El significado de ser un medio independiente y libre, no se basa solamente en un enfoque editorial diferente, sino también en el cómo se organiza dicho medio. Además, para aproximarse a la independencia, la autogestión es el camino hacia una forma horizontal de organización.  


El espacio en donde más se han desarrollado, sin duda es internet. Lo que nos hace pensar que además de periodistas comprometidos con su labor, estos espacios también cuentan con informáticos que, suponiendo que en la mayoría de los casos no se persigue una ganancia económica, están igualmente empapados de una mirada crítica. También esto conlleva a que los mismos reporteros y periodistas se encuentren capacitados en el manejo de herramientas informáticas. La unión de la práctica periodística y de la informática, resulta parte importante para el buen funcionamiento y promoción del proyecto.


La cultura laboral de los medios alternativos o libres se ve modificada también drásticamente. Se elimina cualquier prejuicio racial y sexista, tanto en el ambiente de trabajo como en el lenguaje empleado en las notas, reportajes, crónicas y cualquier otro género periodístico sobre el que se trabaje. Los roles dentro de estos medios en general incluyen una perspectiva feminista.


La relación con el público receptor de su información, se presenta como una relación abierta al diálogo; en ocasiones, el medio se nutre con trabajos que los propios lectores envían a manera de colaboración, por lo que se rompe con la clásica división entre productores de información y lectores.   


A esta altura, vale la pena señalar que en ocasiones existen pequeñas diferencias entre un medio denominado alternativo y uno comunitario.

           
Como ya sabemos, los espacios alternativos contraponen su posición ideológica a la posición tomada por los medios comúnmente aceptados; pero esta posición suele representar los intereses de una organización, un colectivo, una asociación, o sea, portan intereses particulares; aunque cabe señalar que esto no rompe con las características anteriormente mencionadas: no se crean monopolios ni responden a intereses de una élite política.

          
Mientras que el medio comunitario responde a los intereses comunes de las personas de un pueblo o una región, es decir, de una comunidad, con todo y su carga de heterogeneidad.   


Cualquiera que sea nuestro modo de acercamiento a este tipo de comunicación alternativa, es importante alejarse del concepto de que los medios de información son únicamente un conducto que pone en comunicación dos cosas. Mantenerse en esta postura sería seguir apostando por la unidireccionalidad del mensaje. Quiero decir que los medios oficiales generan un mensaje elaborado o guiado por uno o varios grupos políticos con intereses económicos o de otra índole muy clara; dicho mensaje, es consumido por un público, generalmente de manera pasiva.     

           
Estas ideas suponen ya algunos quiebres profundos con la forma tradicional de hacer periodismo. En primer lugar, en la relación creada con las personas receptoras de la información; y en segundo, en el compromiso del mismo periodista.


Estas dos grandes diferencias, dan como resultado un cambio total en la función del periodismo.


¿La labor del periodista es sólo denunciar los hechos o, en cambio, su labor se vuelve radical y ya no es sólo denunciar sino también transformar? Pensamos más bien que el compromiso del periodista de medios libres está íntimamente ligado a un ansia transformadora de la sociedad.  


Pero esto ya es tema que abordaremos aparte, en otro texto donde profundicemos acerca del nuevo compromiso de los periodistas y reporteros alternativos, libres, autónomos, o como se llamen.  

Comentarios