Pornografía: dominación y transgresión
Publicado en el periódico kioSco nº100, febrero 2014. En los años anteriores a la masificación de internet tener acceso a la pornografía significaba generalmente un acto que tenía que ocultarse a la sociedad; era acudir a una tienda de videos o a una sex shop, con el miedo de que algún conocido te fuera a ver entrar, y rentar un VHS. Así, la persona en cuestión tendría algunas horas de estimulación erótica, ya sea en pareja o en solitario; estimulación que se daría en la imaginación de observar al otro, a los otros, aquellos de los que se oculta para obtener la pornografía. Esto último tal vez no haya cambiado en estos años, el cine porno sigue siendo una manera de imaginar a los demás de manera privada. Lo que ha cambiado es la forma en que se llega al porno. Con la supuesta democratización de contenidos que supone internet bastan unos cuantos clics desde cualquier dispositivo conectado a la web, para tener acceso a una variedad grande de pornografía. Las filias y ...