Jóvenes y política: la desilusión aprendida y el desinterés

Texto publicado en Revista de Coahuila n° 300 , septiembre 2016. Bun Alonso El primero de septiembre, después de entregar su cuarto informe de gobierno al congreso, el presidente Enrique Peña Nieto tuvo un encuentro con jóvenes que se transmitió por un par de canales de televisión y por internet. Eran 300 y venían de distintas partes del país y podían preguntar lo que quisieran acerca del tema que quisieran. Habían sido seleccionados a través de diferentes dependencias federales por ser los más destacados en los ámbitos deportivos, culturales, científicos, estudiantil, etcétera. El vocero de la presidencia, Eduardo Sánchez Hernández, había vendido la idea de que no habría tema tabú. Un debilitado Peña Nieto saldría al ruedo para tratar de domar a unos oponentes que tenían la libertad de pegarle por donde se les antojara. El primer turno para preguntar, elegido al azar de una tómbola con los nombres de todos los que ahí se encontraban, fue...