Las guerrillas y el 68


Publicado en la gaceta La Grieta del Desierto, del colectivo Los Nadies. Nº6, octubre 2013
 
 
Lo sucedido el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, constituyó una lección clara de que para lograr un cambio social la vía pacífica no era el camino. Lección que se reforzó el 10 de junio de 1971 con la masacre del llamado Jueves de Corpus. El Estado mexicano estaba siendo claro con el destino de cualquier movimiento social y popular. No quedó otro camino: entonces vinieron las guerrillas urbanas y rurales, y con ellas la guerra sucia, un oscuro y sangriento pasaje que aún duele en la historia del México moderno (y que por supuesto no aparece en los libros de texto de la SEP). Poner como explicación causante de las guerrillas al movimiento estudiantil del 68 sería injusto. Las causas vienen desde antes, pues la miseria, la desigualdad social son anteriores a ese año. Si bien muchos participantes del 68 después nutrieron las filas de la guerrilla, también otros más venían de procesos diferentes.

Por ejemplo, el hecho que es considerado como la primera expresión guerrillera de tinte socialista en México del siglo XX es el asalto al cuartel Madera, realizado el 23 de septiembre de 1965 en la población rural de Madera, Chihuahua, por un grupo de trece personas, entre los que se encontraban maestros normalistas y campesinos. Otro movimiento que se encubó en un contexto distinto al estudiantil del 68 en México fue el MAR (Movimiento de Acción Revolucionaria). Éste comenzó a formarse en una universidad de Moscú en 1966, y se entrenan militarmente en Corea del Norte. A finales de 1968 viaja un primer grupo, y el siguiente año lo hace un segundo grupo. Ya ubicados en México, mantienen actividad guerrillera durante toda la década de los 70.

Después del año del 68 viene la denominada guerra sucia, en la cual toda la fuerza del Estado mexicano se concentra en la cacería de guerrilleros. De entre las guerrillas urbanas destaca el Frente Urbano Zapatista (FUZ), pues el 27 de septiembre de 1971 llevaron a cabo lo que fue el primer secuestro político en México, al capturar en Las Lomas de Chapultepec al director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, Julio Hirschfeld Almada, por el cual obtuvieron más de 3 millones de pesos por su rescate. En 1969 en la ciudad de Monterrey se fundan las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN) bajo una estrategia de acumulación de fuerzas en silencio y con el plan de evitar enfrentamientos con las fuerzas armadas del Estado. Aun así, en años posteriores reciben dos fuertes golpes a sus casas de seguridad: una ubicada en el mismo Monterrey y la otra en Nepantla, Estado de México. En Guadalajara se forma la Liga Comunista 23 de septiembre, cuyo nombre es un homenaje al asalto al cuartel Madera ya antes mencionado. Y es el intento de fusión de varios movimientos armados de esa época.

En lo rural es imposible no mencionar al Partido de los Pobres de Lucio Cabañas y a la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria de Genaro Vázquez, ambos provenientes del magisterio normalista del estado de Guerrero. Lucha de egos entre estos dos personajes, además de poca preparación ideológica, fueron algunas de las causas del fracaso de estas dos guerrillas.

A mediados de los años 70 se crea una nueva organización distinta al movimiento armado. Me refiero a Política Popular, un grupo de corte maoísta formado por estudiantes brigadistas de todo el país, cuyo trabajo político consistió en la formación de colonias populares. Después esta organización derivó en otra llamada Línea Proletaria. Tuvo gran actividad en esta parte norte del país.

Para finales de esa década de los 70, con muchos integrantes muertos, encarcelados  y otros más desaparecidos (que hasta la fecha siguen en esa condición), las guerrillas ya estaban muy debilitadas. La Amnistía del 28 de septiembre de 1978 decretada por el entonces presidente José López Portillo, dio fin a la guerra sucia. Pues significó el cese a las persecuciones hacia todas aquellas personas relacionadas con algún movimiento armado, también bajo esta ley dejaron la prisión muchos guerrilleros. Un año anterior se decretó una ley que permitió al Partido Comunista, hasta ese entonces clandestino, entrar a la vía electoral legal. Fue así como algunos sobrevivientes a la guerrilla fueron incorporándose a la lucha dentro del marco institucional. Y así fueron transcurriendo los años 80. Hasta que en 1994 aparece a la luz pública el EZLN, cuya organización padre/madre fueron aquellas FLN que a finales de los 60 se formaron en Monterrey acumulando fuerzas en silencio, y que tras la aparente derrota en la ciudad algunos de sus cuadros se van a Chiapas a seguir acumulando fuerzas, siempre en silencio, pero ahora con los indígenas de esas montañas. Mientras el sistema hacía entrar en su lógica y en su inercia a aquellos antiguos rebeldes armados, en el sur del país el silencio se nutría y se armaba de futuro.

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