Nuevo disco de Lázaro Cristóbal Comala: nomás un susto




Miércoles, 29 de enero 2025.

El viernes 24 salió El Terror, el nuevo disco del duranguense Lázaro Cristóbal Comala, de quien estoy seguro que es el mejor cantautor folk del país. Así que enseguida me puse a escucharlo. Pero como siempre hay un “pero” o varios, esta entrega no supera o siquiera iguala a sus dos anteriores, Samuel (2019) y Belmont (2022).

Me parece que hay un bajón de calidad por todos los frentes: desde la producción, en lo musical y en las letras, que no es que sean malas sino que repite los mismos tópicos que ha usado en toda su carrera y que empiezan a ser previsibles.

Meses atrás había lanzado tres sencillos: "Desahogo", una versión de Roberto Carlos, pero como me dan un chingo de hueva los covers, pues casi no pelé ese track. Después aparecieron "Tres de mayo" y "El relámpago", unas rolas muy en tono de canción de cuna que disfruté mucho. Esta última resulta especialmente bella por el piano, órgano y arreglos que hizo Gabriela Garza, una músico también de Durango de quien es la primera vez que escucho hablar de ella pero que sin duda le da al tema lo necesario para hacer que sonara como un adelanto prometedor de lo que iba a ser el octavo disco de Lázaro. La letra, como toda su obra, tiene alusiones al abandono: "Soy Sylvia Plath, pero no hay gas, / me dices tras intentarte bañar. / A bien o mal tú querías cambiar, / no volverás y yo no sé esperar".

Me da un poco de gracia que desde su álbum Samuel ha ido incorporando en las letras palabras de la jerga de internet o de la cultura digital popular. Por ejemplo en ese disco cantaba "Niños sad, a esta edad es igual / una bala o mirada, un handjob junto al mar / un nudillo enemigo, un Four Loko y tratar de vivir más que con credencial".

Ahora en "Luvina" canta: "Me siento vivo y digo / voy a funar a Dios. / Él es el que tendría que pedirnos perdón". Quizás en su próximo disco incluya cringe y quiero estar aquí para escucharlo.

Por cierto, esa es una de las canciones que me parecen más rescatables del álbum. La otra es "Tom Jones", que comienza con un amago de referencia a "Famous blue raincoat" de Leonard Cohen cuando Lázaro dice: "Aquel abrigo que te di / beige y desgastado...". Sólo faltó que el abrigo fuera azul y especificar si es que está desgastado del hombro o de dónde.

En 2023 el cantautor estadunidense Mica P. Hinson estuvo en México y fue Lázaro el encargado de abrir sus presentaciones. De ahí surgió "Mariela", una colaboración que resultó infame. Digo: qué manera de arruinar una oportunidad así. Esta cosa tan rara y fea que salió se la debemos, sobre todo, a la producción, pues parece que sólo le dieron copy a las voces de Mica y de Lázaro y luego paste y quedaron una sobre otra en una extraña mezcla. 

La canción que cierra, "No hay dios", me gustó, aunque a secas. Y es que al minuto aparece la voz de una mujer recitando un poema malo que no entiendo qué carajo hace ahí, qué aporta a la canción o qué. Sólo la entorpece. Es raro ese contrapunto con lo que viene después, un coro de voces que hace que aquella voz solitaria sea totalmente imprescindible y olvidable. 

El Terror resultó ser, como posteó mi compa José Juan Zapata en X, apenas un susto. 

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